SEGUNDERO

Ágil y delgado Segundero nació en un extraño mundo, el mundo del reloj. Allí su función consistía en contar sin equívoco cada segundo y moverse con cada uno de ellos, de esta manera y según le dijeron sería un instrumento para medir el tiempo.

En su vida cotidiana descubrió que sin él, ni Minutero ni Hora podrían realizar su función, y que su tarea no era reconocida. A pesar de su constante movimiento eran a Minutero y a Hora a quien todos observaban.

Se detuvo a pensar sin detenerse sobre el porqué de su vida y sobre qué era el tiempo. Por sí mismo no encontró solución y preguntó a aquellos observadores del reloj que le ignoraban.

Estas dos preguntas parecieron respondidas con la explicación de ser un instrumento que utilizaban los humanos para marcar cuando empezar y acabar algo, en vez de dejarse llevar.

No contento con esto, Segundero decidió no dejarse llevar, se paró y tuvo una vida relajada en el reloj, sin importarle lo que pensasen Minutero y Hora.

Así descubrió la respuesta