BURBUJA

En toda concentración de agua hay un lugar donde reina la quietud, donde el viento no decide movimiento y el agua no mueve el viento.

En uno de estos lugares nació Ola.
Al igual que todas las olas comenzaría su camino con un soplo de viento. El destino decidiría si sería ese soplo u otro el que le acompañaría hasta llegar a su fin o si sería la misteriosa magia de la inercia la que le daría muerte

Junto con Ola nació Soplo.
Al igual que todos los soplos comenzaría su camino con una ola. El destino decidiría si sería esa ola u otra la que le acompañaría hasta llegar a su fin o si sería la misteriosa magia de la inercia la que le daría muerte

Ola y Soplo se empujaban sin poder variar su rumbo.
Al principio quisieron permanecer juntos, luego pensaron que acompañarse no era más que acelerar la muerte del otro y quisieron separarse, ir en direcciones diferentes, pero pese a su esfuerzo no lo consiguieron, quizá por esa misteriosa magia. Más tarde pensaron que para vencer a la inercia no había que luchar en contra suya, sino luchar de forma diferente.


Rompiendo con sus normas Ola se esforzó por ir hacia arriba, hacia el aire, hacia Soplo
Rompiendo con sus normas Soplo se esforzó por ir hacia abajo, hacia el agua, hacia Ola

Escaparon de la inercia y se transformaron.
Ambos se hicieron burbuja no sin antes preguntarse: ¿quieres volar a mi lado?