CULEBRA A LAS LETRAS

…4:58 de la mañana, la luz de la mesilla le hirió en los ojos al despertar, la radio encendida y el libro desparramado a su lado entre las sábanas formaban una escena conocida, repetida.

Cerré el libro y miré el reloj-radio-despertador, eran casi las dos de la mañana y la escena que acababa de leer tenía pinta de reproducirse de nuevo, de hacerse realidad.
Estaba muy cansada, tenía que madrugar, pero aún podía leer un rato más. Sólo un poquito.

…y el libro desparramado a su lado entre las sábanas formaban una escena conocida, repetida.

Cuando me desperté, la luz me hirió en los ojos, la radio susurraba las noticias, ¿y el libro?. El libro clavado en mi espalda, pero, sólo un poquito.