PANTALLA REVOLTOSA

Una subida de tensión dió vida a una pantalla de ordenador.

De noche, sin que nadie le observara, comenzó a juguetear como un niño por la oficina: se conectó a ordenadores potentes, se sintonizó, proyectó canales musicales y pornográficos....

Salió a la calle y cautivó a todos con los que se cruzó, les encantaba, se ayudaba de internet, de su música, de sus vídeos, hasta que dió con el joven del parque.

Ignoró a la pantalla; parecía que su única preocupación fuesen sus pensamientos. La pantalla, después de una exhibición y molesta por no llamar la atención, se obsesionó con el joven.

Deprimida, vivía y proyectaba para él, le perseguía, aunque el chico siempre hacía como si no estuviese.

Consumida por el joven la pantalla malgastó su vida. Fué otra víctima del famoso virus infeccioso llamado "querer lo que no puedes tener"