Hay días que te levantas activo,
Pones tus pies en la calle,
Y música en tus oídos.
Hay días que te levantas amargo,
Y como antídoto tomas,
Un café y un cigarro.
Hay días que te descubres un muermo,
Y pasadas ya tres horas,
No has hecho na' de provecho.
Hay días que te levantas contento,
Haces el amor un rato,
Y te envuelves en el sueño.
Hay días que te levantas deprisa,
El puto despertador,
Cuando hace falta no avisa.
Hay días que desde el sueño,
Miras de cara a la vida,
Y la enfrentas con empeño.
Hay días que te levantas creativo,
Y escribes cuentos o versos,
A pesar de ser mendigo.